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Coll, A., & Maceri, S.
YACHANA Revista Cientíca, vol. 12, núm. 1 (enero-junio de 2023), pp. 106-118
La importancia de La economía de La FeLicidad: anáLisis La importancia de La economía de La FeLicidad: anáLisis
de La situación actuaL y perspectivas a Futurode La situación actuaL y perspectivas a Futuro
dad en términos cuantitativos provocaron
que esta noción pierda fuerza. A pesar de
los intentos de algunos economistas tales
como Francis Edgeworth, que avanzo el
concepto de “hedonómetro” como manera
de poder medir el nivel de satisfacción de
los individuos, los nulos resultados prácti-
cos provocaron que se empiece a gestar un
cambio en la disciplina.
Fue el economista italiano Wilfredo Pareto
quien, a inicios del siglo XX, dio un giro
al centro de estudio de la disciplina econó-
mica, armando que la economía no trata
acerca del bienestar, sino que, más bien, el
enfoque adecuado es el de la toma de de-
cisiones de los individuos. Esta visión de
Pareto, en la cual la economía es descrita
como una ciencia de elección, y no de re-
sultados, domino a la disciplina durante el
siglo XX, dejando de lado el concepto de
felicidad, suponiendo que el bienestar de
los individuos varia respecto a la canasta
de bienes que consume (Easterlin, 2021).
La economía comenzó entonces a centrar-
se en el concepto de “utilidad”, el cual te-
nía una fuerte vinculación con la consumo
de bienes y servicios, y dejo de lado la “fe-
licidad”, concentrándose, a través del de-
sarrollo matemático, en la maximización
de la utilidad, en lugar de la búsqueda de la
felicidad (Charles-Lejia et al., 2018).
Pero en 1974 se publicaría el primer estu-
dio cuyo resultado pondría en evidencia
las problemáticas de este enfoque. Los
resultados conocidos como la paradoja de
Easterlin, en honor al economista que dio
nacimiento al campo de la Economía de
la Felicidad, establece que, si bien en un
momento determinado la felicidad varía
directamente con los ingresos, con el tiem-
po las tasas de crecimiento a largo plazo
de la felicidad y los ingresos no guardan
una relación signicativa (Easterlin &
O’Connor, 2020). Si se está de acuerdo en
la importancia de la felicidad para el ser
humano, concentrarse únicamente en te-
mas monetarios no lograra resultados sig-
nicativos, ubicando a la economía como
un actor sin relevancia en la búsqueda de la
felicidad de cada individuo, y la población
en su conjunto.
A pesar del descubrimiento de Easterlin en
1974, no fue hasta mediados de la década
de los 90s cuando el interés en el campo
que hoy es llamado Economía de la Felici-
dad comenzó a aumentar. Desde ese enton-
ces, los estudios de economistas que vuel-
ven a preocuparse por la felicidad de la
población, intentando descubrir que hace
feliz a las personas y que se puede hacer
para aumentarla, ha ido en aumento. Esta
tendencia no ocurrió solo en el campo de
la economía, en la misma época se observa
el nacimiento de, entre otras, la disciplina
de la psicología positiva, rama de la psico-
logía que busca estudiar a las emociones
positivas y la felicidad de los individuos.
Actualmente, cerca de 30 años luego de
que la disciplina cientíca volviera a con-
templar a la felicidad como una parte cru-
cial dentro de su objeto de estudio, son
múltiples los descubrimientos que se han
hecho acerca de la felicidad y, a pesar de
que aún queda un amplio margen de mejo-
ra y un largo camino por recorrer, son cada
vez más los gobiernos y empresas que tie-
nen como uno de sus principales objetivos
aumentar la felicidad de la población. A
pesar de esto, la problemática reciente oca-
sionada por la pandemia ha dejado en evi-
dencia que la creciente preocupación por
la felicidad no está siendo suciente para
lograr cambios positivos en la población.
Diversos índices, algunos de los cuales
serán desarrollados en el presente trabajo,
indican que la felicidad de la población no