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YACHANA Revista Cientíca, vol. 13, núm. 2 (julio-diciembre de 2024), pp. 37-50
Productividad y rendimiento: evaluando el efecto Productividad y rendimiento: evaluando el efecto
multiPlicador de la inteligencia artificial en la economíamultiPlicador de la inteligencia artificial en la economía
Férez-Vergara, J., Ponce-Rosado, V., & Vergara-Ronquillo, C.
De manera similar, los servicios nancie-
ros lo utilizan para operaciones algorítmi-
cas, evaluación de riesgos y detección de
fraude para mejorar signicativamente el
rendimiento y la experiencia del cliente.
Si bien es cierto, la adopción de la Inteli-
gencia Articial todavía es limitada en mu-
chas empresas y sus aplicaciones están en
una etapa inicial de exploración, aquellas
que ya han comenzado a utilizarla serán
las que obtengan una ventaja competitiva
signicativa en el futuro (Orantes, 2020).
Asimismo, las investigaciones y las esta-
dísticas destacan el crecimiento en la adop-
ción de la IA. Esta nueva tecnología tiene
una incidencia directa en la generación de
recursos, con cifras que bordean alrededor
de 13 billones de dólares adicionales para
2030, en la producción económica dentro
del sector educativo, equivalente a alrede-
dor del 1,2% del crecimiento adicional del
PIB por cada año (Miao et al., 2021).
Por ende, las destrezas profesionales y el
dominio de la IA también se las ha vincu-
lado y cada vez son más requeridas en lo
laboral, debido a que las ofertas de empleo
demandan de conocimientos en esta nueva
tecnología (Hu et al., 2021).
Estos desarrollos muestran que las organi-
zaciones están consolidando sus servicios
principales y logrando eciencias opera-
tivas, al tiempo que plantean desafíos im-
portantes a la economía global. Algunos
expertos predicen que la inteligencia ar-
ticial podría marcar el comienzo de una
nueva era de superinteligencia que cam-
biará fundamentalmente la forma en que
vivimos y trabajamos (Preston, 2023).
Otros riesgos y desafíos potenciales aso-
ciados con la IA incluyen, por ejemplo, el
reemplazo de empleos, lo que causa páni-
co y tecnofobia entre los empleados de las
empresas y un resurgimiento del odio ma-
sivo hacia las máquinas, como lo fue en el
siglo XIX con la falacia ludita, que consi-
deraba a los avances tecnológicos como un
mecanismo que mejoraba la eciencia pro-
ductiva con un aumento de la pobreza en la
sociedad. Si bien, los avances tecnológicos
pueden llevar inicialmente al desplaza-
miento de empleos especícos, la eviden-
cia histórica sugiere que en última instan-
cia crean más y mejores oportunidades de
empleo de las que eliminan (Martínez de
Pisón, 2023). De acuerdo con el contexto
planteado, se inere que Internet comple-
mentado con la IA, abre el espectro para
la generación de nuevos conocimientos y
campos profesionales con su llegada. El
progreso tecnológico no destruye empleos,
solo los reemplaza y los aumenta, al tiem-
po que satisface y mejora las condiciones
de vida. Para ello, es importante tener en
cuenta las diferencias fundamentales entre
el trabajo que requiere habilidades espe-
cializadas y el trabajo que no las necesita.
Adicionalmente, hay otras controversias
que involucran a la IA con la productivi-
dad, y es aquí, en el que, a pesar del enor-
me benecio, no se pueden dejar de lado,
principios éticos fundamentales, tales
como, la condencialidad y la seguridad
de la información con el uso de este tipo
de tecnología (Cárdenas et al., 2024).
Hay que precisar el hecho de que las IA no
solo están siendo impulsadas por el capital
privado, pues los private equity (capital de
riesgo) también invierten grandes sumas
de dinero en estas startups e investigación.
Por consiguiente, las inversiones masivas
han llevado a una sobreestimación de es-
tas tecnologías, lo que a su vez aumenta
sus expectativas. Existe la preocupación
de que estas expectativas inadas puedan