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Análisis de lAs UniversidAdes pArA el BienestAr Benito JUárez Análisis de lAs UniversidAdes pArA el BienestAr Benito JUárez
GArcíA: retos y limitAciones A seis Años de sU implementAciónGArcíA: retos y limitAciones A seis Años de sU implementAción
Ramírez, R., Chávez, D.
YACHANA Revista Cientíca, vol. 14, núm. 1 (enero-junio de 2025), pp. 33-47
Sin embargo, aunque muchas sedes inicia-
ron sus funciones en marzo de 2019, los
criterios para la instalación de las mismas a
lo largo y ancho del territorio, fueron esta-
blecidos hasta abril de 2020, más de un año
después de entrar en funcionamiento, y fue
hasta julio de 2020 que se publicaron en el
Diario Oficial de la Federación, con lo que
se creó formalmente el Organismo Coordi-
nador de la UBBJG (González, et al., 2022).
En consecuencia, la SEP solicitó al Con-
greso de la Unión un presupuesto de mil
millones de pesos para la apertura de 100
planteles en 32 estados del país, donde se
calculaba incorporar hasta 300 mil jóvenes
en el sexenio. De ahí la meta para el primer
año fue inscribir 64 mil alumnos, donde
cada plantel podría recibir una población
máxima de 1500, al mismo tiempo que se
le asignaría una beca económica de 2 400
pesos mensuales.
Sin embargo, en el establecimiento de las
UBBJG se han encontrado algunas limita-
ciones, mismas que han sido expuestas en
varios trabajos de investigación aparecidos
en los últimos seis años. Iniciando con la
inexactitud en la información oficial so-
bre el número de sedes que operaban y de
alumnos inscritos en las mismas, ya que
para 2019 la SEP informó que ya estaban
en funcionamiento las 100 sedes, con una
matrícula de 39 170 alumnos y 815 profe-
sores.
No obstante, ese mismo año, la directo-
ra general de la UBBJG declaró que sólo
había 80 planteles en funcionamiento y,
unos meses después, para mayo de 2020,
la funcionaria confirmó la entrada en fun-
cionamiento de los 100 planteles, con la
diferencia de que la matrícula, de casi 40
mil alumnos que reportaba la SEP, había
descendido a 15 501 estudiantes, con los
mismos 815 profesores, lo cual significaba
una disminución de casi el 60% de los es-
tudiantes en apenas unos meses (Osuna et
al., 2022); si consideramos que no existió
una deserción escolar de ese nivel, enton-
ces la diferencia entre uno y otro informe
es abismalmente desproporcionada.
Otra inconsistencia, ligada a la anterior,
son los criterios empleados por la propia
normatividad de la universidad para fundar
una sede, que corresponde al tamaño de la
población (entre 15 mil y 50 mil habitan-
tes) y al grado de marginación municipal
(alta o muy alta marginación). Al respec-
to, algunos estudios indican que el 48% de
las sedes cumplen con el primer criterio, el
tamaño de la población, en tanto que solo
el 25% de los municipios seleccionados
cumplen con el grado de marginación esta-
blecidos y, finalmente, solo el 13% cumple
con ambos criterios de selección, lo que ha
generado dudas sobre la forma en la que se
eligen los municipios donde se establecen
las instalaciones de la universidad.
Dos ejemplos de esta inconsistencia se dan,
como afirman Osuna et al. (2022) en el mu-
nicipio de Aporo, Michoacán, donde se esta-
bleció una sede universitaria no obstante que
tiene una población de 3 218 habitantes, con
un nivel de marginación medio. El otro caso
es la sede de la delegación Iztapalapa, en la
Ciudad de México, que cuenta con una po-
blación de 1 815 786 habitantes y con un ni-
vel de marginación muy bajo. A ello se une
la lógica con la que operó el proyecto educa-
tivo en la fase inicial respecto al número de
programas educativos por sede, tal como su-
cede en Zacapu, Michoacán, que cuenta con
una población de 73 455 habitantes y está
ubicado en el nivel de baja marginación. Ahí
se ofrecen cuatro programas educativos: in-
geniería en desarrollo regional sustentable,
ingeniería industrial, licenciatura en conta-